Restaurantes en Cartago

Llegamos al restaurante, los trabajadores en general nos dieron una cálida bienvenida. Al sentarnos en las sillas, notamos que eran incómodas, se sentían como sin soporte en la sentadera-el lugar tiene que revisar esto. Pedimos agua de la casa, el pichel de vidrio venía lleno de marcas de dedos lo cual se veía bastante mal. Nos recibieron con 2 copas de vino espumante de la Casa de cortesía por nuestro aniversario, ese fue un lindo detalle, sin embargo el mesero no sabía servir vino y regó el vino al servir cada una de las copas. También pedimos vino tinto y las copas que nos dieron eran diferentes, no eran iguales ( copas de vino tinto, parecía una de blanco o 2 copas de juegos diferentes de copas-pedilos el mismo tinto ambos). El servicio puede es la nota baja del lugar, realmente puede mejorar y los meseros ser más atentos para el alto perfil de comida que se sirve en el lugar que es exquisita, pero bajo puntos por la falta de entrenamiento de los meseros. Sugiero incluso un asesoramiento en ese sentido porque dista mucho de la calidad en relación al lugar donde se come qué es de los mejores restaurantes del país. Esto lo vi a nivel general en los meseros: no saben servir el plato, copas, postre, etc. ( se sirve a un lado de la persona sentada y se retira por otro) -en general sí explican el plato pero demasiado cerca de los comensales. La genialidad del chef debe ir acorde con la "experiencia restaurante" ya que en nuestro caso vamos a un restaurante de ese nivel por ambos factores.

Agradecemos la excelente atención, un trato maravilloso y cordial en todo momento, la comida deliciosa. Pasamos una noche agradable y amena.

Fui por desayuno, estuvo bien. Sin embargo lo más sobresaliente fue el postre, recomiendo pedir el cheesecake. Por otro lado, la comida en sí, estuvo bien en relación con los precios que manejan!

Excelente servicio! Las empanadas espectaculares! La comida muy buena. Sin duda volveremos.