Charco

Reseñas de Charco de comensales del restaurante. Basadas en valoraciones recientes.

1. G

   Gabriel

   México1 reseña

   5.0

   Comieron en 18 de abril de 2025

   1. Global 5
   2. Comida 5
   3. Servicio 5
   4. Ambiente 5

   Excelentes vistas, comida deliciosa, muy buenas opciones de tragos, la atención de Samantha impecable
   

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2. S

   Sara

   México1 reseña

   5.0

   Comieron en 13 de abril de 2025

   1. Global 5
   2. Comida 5
   3. Servicio 5
   4. Ambiente 5

   Charco es uno de los nuevos rincones más fascinantes de la Ciudad de México. Desde su terraza, elevada sobre las cúpulas de la Catedral Metropolitana, el Zócalo se extiende como un escenario monumental; anoche, una luna llena lo acompañaba con una luz casi teatral. El espacio entero destila la energía audaz y creativa del chef Ricardo Verdejo: la curaduría musical, la iluminación tenue y la disposición del mobiliario están pensadas para que cada detalle sume a la experiencia sensorial mientras que te sientes como en tu casa; Apenas cruzas la puerta, su calidez te arropa. La propuesta culinaria es un desfile de matices umami que viaja del ahumado al ácido con una ligereza juguetona. Aquí comerás las mejores cebollas chambray que hayas probado en tu vida! Destaca, además, su compromiso con la inclusión y la diversidad, todavía poco común en la escena gastronómica capitalina. Charco no solo invita a comer; invita a quedarse. No te lo pierdas!!
   

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3. L

   Laurie

   México1 reseña

   5.0

   Comieron en 12 de abril de 2025

   1. Global 5
   2. Comida 5
   3. Servicio 5
   4. Ambiente 5

   Increíble para disfrutar el atardecer con una comida deliciosa con una carta de vino bien hecha. Recomiendo mucho lo que probé: los cebollín, el tartar, las brochetas y la pesca del día.
   

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4. E

   Enrique

   México1 reseña

   5.0

   Comieron en 2 de abril de 2025

   1. Global 5
   2. Comida 5
   3. Servicio 5
   4. Ambiente 5

   Increíble. El chef sabe lo que está haciendo y tanto el menú, los ingredientes de este, los cocineros, la cocina abierta, la música, el diseño de los muebles, la forma en la que nos atendió un chavo súper relajado y buena onda que sabía lo que vendía, hizo que el lugar valga la pena, no solo para nosotros, sino para quien vaya con cero expectativas más que con la idea de disfrutar de una buena gastronomía por parte de gente que está arriesgando para hacer las cosas bien.
   

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